La vuelta de las ovejas, que nos hace pensar en ovejas con mucha lana, que cubre sus ojos cada mañana cuando van a pastar. Pero esa tradición no tiene mucho qeu ver con el nombre que tiene. Este festival que se organiza en Bran, a 20 minutos en coche desde Brasov, es todo sobre queso y ovejas. Mucho queso en cáscara de abeto, un queso específico de la zona y las ovejas que vuelven a sus proprietarios después de pasar unos meses en las montañas.
Esta fiesta tradicional es bastante conocida, puesta que consigue reunir gente de todo el país y hasta turistas extranjeros que visitan la zona de Bran. La vuelta de las ovejas marca de hecho el final del año pastoril y con esta costumbre hay mucha gente en la llanura de Bran para probar varios tipos de queso, diversos tipos de carne que representan todos la tradición de los hogares de Bran.
Siendo un festival popular, no faltan los conciertos de música tradicional, los bailes tradicionales y la ropa específica de Bran (gorros muy puntiagudos y los trajes gordos de los pasteros). Entre los platos que se pueden probar está el queso con polenta o el verdadero cordero asado. La vuelta de las ovejas significa no sólo arte gastronomico sino también artesanía, los artesanes de toda Rumanía vienen aquí para presentar sus productos.
Cualquiera que esté en Brasov o en Bran a finales de septiembre debería ir a este festival para deleitar sus sentidos con las especies tradicional –capesinas y el fuego donde se cuecen los platos típicos de la zona. Es una real oportunidad para conocer las tradiciones de toda la vida de la cultura de los pastores, reunidas en el festival de la vuelta de las ovejas.